| Lectura recomendada (CODOS EN LOS MUSLOS) |

| Pardela |

A Cuyi.
 𓅰

     En lo alto de la vertiente, desprovista de instrumentos de orientación, persiste una sombra apenas perceptible. Un día más sin número: se perdió el astrolabio. Bajo el cielo ardiente, se agita la insignia desquebrajada de un territorio lejano. Santa tierra agraviada, tentativa de encuentro. Patria sagrada y sangrada: sonriente e infeliz.

Sangre en el cielo derramada, poeta contemporáneo; pescador de seguidores.
Programación derruida, letra emergente.
Venda en los ojos, creencia y mentira: televisión nacional.
Página invisible, poesía rota, lector confundido.
Analfabeta marea, anacoreta gaviota, algarabía navegar.
Blues compasado, naufragio evidente; deriva altamar.

    Por esta inmensa pecera, hace tiempo se extinguieron las certezas. A la distancia, se sumerge el navío en el que guarecieron toda clase de quimeras: sabremos guardar tranquilidad. Nos avisaron tarde que la función había comenzado, arriba el telón: tercera llamada. Las alas de una pardela en reposo se extienden y contemplan la vida que imaginamos compleja; Dios, la guerra y el tiempo: cuestionables creaciones de la especie.

   Alguien rema sobre el agua tranquila. El canto del somormujo altera la reinante paz sobre la balsa en la que se reflejan los últimos destellos de luz natural. De comprender el secreto de los pájaros, los remos se desplazarían entre las nubes, abriendo paso entre aves y objetos flotantes, reflectando indirectamente el crujir de la madera y el aroma del agua.

Tarde o temprano, todos seremos de la tierra, y volveremos al mar que nos aguarda.

><(((º>



Comentarios

  1. La primera palabra que llega a mi mente es una que considero trillada o cursi; pero es la que llegó ...
    Sublime

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

| Otros textos |